En este artículo se mostrará la función de desinfección que lleva a cabo el clorador salino y el tradicional, realizando la misma función y siendo igual de efectivo a la hora de proteger su piscina frente al COVID19.
Actualmente los métodos que se utilizan para desinfectar piscinas son el cloro líquido y la electrólisis de sal o cloración salina, siendo esta última la preferida en la actualidad entre los propietarios de piscinas.
El cloro líquido es el más utilizado, pero presenta inestabilidad en su composición perdiendo efectividad con el transcurso del tiempo. Esto es debido a su inestabilidad frente a los rayos de sol. Por ello, se suele utilizar como cloración de choque.
El equipo de cloración salina consiste en un circuito alimentador que está conectado a un electrodo que facilita la circulación del agua salada. Este electrodo está formado por dos placas que se conectan al polo positivo y negativo del circuito alimentador. Esto proporciona energía para realizar el proceso de electrólisis produciendo reacciones electroquímicas en cada polo, separando así los distintos elementos.
En el polo negativo se produce una reacción de reducción, formándose hidrógeno molecular e iones oxhidrilo. Mientras, en el polo positivo se producen dos reacciones de oxidación, una procedente del agua (oxígeno molecular) y otra de la sal (cloruro sódico). Una vez salen del electrodo los productos que se han generado se unen. Estos elementos son: hidróxido de sodio, hidrógeno y cloro.
El cloro produce ácido hipocloroso y ácido clorhídrico, actuando el primero de los ácidos como desinfectante. Por otro lado, el hidróxido de sodio se neutraliza con el ácido clorhídrico, regenerándose la sal sin perder ningún producto.
Para concluir, podemos decir que tanto el cloro líquido como el clorador salino realizan la misma función de desinfección en una piscina y protección frente al COVID19, pero este último regula el pH de forma automática, sin ser necesario un continuo mantenimiento. Además, al utilizarse sustancias naturales como son el agua y la sal, no producen contaminación, al contrario que el cloro.